lunes, 22 de marzo de 2010
Limberg, la metáfora del fútbol boliviano
Por Ricardo Bajo H.
Si alguien me preguntara quién es el mejor jugador de Bolivia, respondería sin dudar Limberg Gutiérrez. Y no por que sea el máximo goleador en actividad de nuestra pobre y aburrida liga, sino porque sus botines atesoran las últimas gotas de calidad que podemos ver en nuestras despobladas canchas.
Limberg y sus incipientes 33 es como nuestro fútbol, posee calidad, sabe jugar, tiene toque y es inteligente sobre la cancha pero…El mejor fichaje aurinegro, recuperado“in extremis”, estuvo parado durante dos meses. Y en ese tiempo de “parón navideño”, volvió a subir (más) de peso. Dicen que cinco kilos. Cuentan por Achumani que tras las prácticas, el vicio de Limberg y Gatti es refugiarse en la parrilla detrás de la cancha. Todos nos preguntamos lo mismo: ¿qué sería de Limberg con una disciplina alimenticia, con un nutricionista severo, con un preparador físico exigente, con un psicólogo que calme su ansiedad, que canalice sus enojos y enfados dentro de la cancha? Sería un “crack” en cualquier liga del mundo. Por eso es nuestra metáfora: teniendo todas las facultades del mundo, no nos da la gana de ser mejores, nos conformamos con brillar en nuestro pinche torneo. Lo primero que hicieron en Nacional de Montevideo cuando Limberg brilló en Uruguay fue ponerle a dieta… y se salió. Desgraciadamente, Limberg prefirió nuestro confort condescendiente y volvió. Aún así, sigue siendo el mejor: “fabrica” faltas a medida, toca de primera, protege la pelota, patea como nadie, tiene gol, se pasea como un buen varita, ordenando. No es delantero como piensa el presunto técnico Coelho, es un diez, a la vieja usanza, de los que no quedan, engullidos por un fútbol moderno más físico, más táctico, donde todos corren. Para Limberg no hace falta correr, para eso está la pelota. Anoche, en el Tahuichi de Santa Cruz, ante un alicaido y deprimido Blooming (1-1), Limberg destacó en la primera parte, los mejores momentos atigrados, luego se cansó y se “fue”. Así es Limberg, el “Bomba”, el “Gordo”, nuestra metáfora.
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Primero q nada felicitarlos a todos los que hacen el blog, desde q lo vi hoy en el tigrenoticias, lo puse entre mis favoritos, espero q este espacio para opinar sobre el equipo de nuestros amores perdure, en cuanto a la nota q acompaña mi comentario, por Dios como le atinaste, realmente se nota la falta de profesionalismo en el medio futbolistico local, es una pena q realmente el "mejor" de nuestro equipo sea un remedo de profesional.
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