El viejo y querido Tigre

Por Ciruja

Los tipos más felices con estas victorias son nuestros cardiólogos, que manera de sufrir, pero en el fondo es lo que le gusta a todos los Stronguistas. Salir y luchar de entrada, buscar la clasificación, empatar de repente, y faltando segundos reventar el Siles con el Grito de la hinchada.
Lo futbolístico marca que casi tenemos un equipo base y somos el único club que tiene un plantel de verdad, a que me refiero, no solo tenemos once jugadores titulares y cuatro buenos suplentes, tenemos 30 jugadores de primer nivel que van a luchar hasta el final por tener un puesto entre los que salten al campo.
Hoy Hermosa demostró que no solo es futuro si no que además esta para jugar de titular si se le da la confianza. Angulo solido y fiel su estilo rustico, Solíz volvió a su viejo puesto de central, no lo hizo mal pero lo prefiero al medio.
Esta vez Sandro hizo los cambios correctos los tres fueron vitales para la victoria final, Di Cosmo bien adelante molestando en lugar de un “bomba” muy cansado, Menacho un “loco” de verdad que complica siempre en lugar de Ribeiro y finalmente Leitao remplazando a Peña (que cuando quiere hace diferencia) dando la pausa para que el equipo no se descontrole. Fue la tarde de Sandro, demostró que quiere que el equipo de todo hasta el final, luchando como en viejas épocas.

“Goleador en serie”

Si Pablo Vasquez hubiese nacido en Nápoles hoy sería uno de los asesinos asueldo más requeridos por la mafia, la efectividad que tiene en los pies es tan fría como la de los asesinos en serie buscados por el F.B.I., en las dos situaciones de gol más claras que tuvo definió como los grandes, el primer gol casi apretado por Gemio atino solo a picársela casi en la última milésima de segundo que restaba para chocar con el arquero. En el segundo gol ante un pase magistral del “camba” Ortiz aguanto la pelota tan bien ante la marca del central de Blooming, y casi cayéndose deposito la pelota en el palo más lejano de Gemio, cuando todos esperaban que el árbitro acabe el partido, acto seguido la locura y el entierro del rival de turno.

¡Volvió la alegría vieja!

En los últimos cinco minutos del encuentro el romance entre la hinchada y el equipo se hizo más grande que nunca, un empate que nos complicaba y nos llevaba a esperar hasta la última fecha, pero el hincha fiel a nuestra pasión empezó a desatar su locura desde las gradas para esperar la estocada final, y cayo la en alegría, un grito de gol que rompe micrófonos, un tigre tigre que puede medirse en la escala de Richter (pobre siles), y el cantito te puede llevar a las lagrimas otra vez, VOLVEREMOS VOLVEREMOS, VOLVERMOS OTRA VEZ, VOLVEREMOS A SER CAMPEONES, COMO LA PRIMERA VEZ….